A medida que pasan los años, mantener el cuerpo activo es fundamental para conservar nuestra autonomía y calidad de vida. Entre las capacidades físicas más importantes se encuentran la coordinación y el equilibrio, que permiten moverse con seguridad, evitar caídas y realizar tareas cotidianas con confianza.
Incorporar ejercicios de coordinación y equilibrio a nuestra rutina diaria, no solo mejora el movimiento, sino que también estimula la mente y contribuye al bienestar general.
¿Por qué es importante trabajar la coordinación y el equilibrio?
A medida que pasan los años, es normal que la agilidad y la estabilidad puedan verse afectadas, produciendo mayor riesgo de caídas. Sin embargo, con la práctica adecuada, la coordinación y el equilibrio pueden mantenerse y mejorar, reduciendo de esta forma el riesgo de caídas y lesiones.
Estas capacidades son fundamentales en el día a día, ya que ayudan a desarrollar una mayor seguridad en los movimientos, conservar la independencia en las tareas cotidianas y mejorar la confianza al caminar, levantarse de la cama o subir escaleras.
Dedicar unos minutos al día a los ejercicios de coordinación y equilibrio puede marcar una gran diferencia en la vida diaria de las personas mayores.
Ejercicios de coordinación para practicar en casa
Existen muchos ejercicios de coordinación que podemos practicarlos en casa sin necesidad de un gran equipamiento. Estos ejercicios incluyen movimientos suaves, seguros y sobre todo adaptables a diferentes niveles de movilidad, ideales para integrarlos en nuestra rutina diaria.
Movimientos de brazos y piernas
Estos ejercicios combinan movimientos simples de brazos y piernas que ayudan a entrenar la coordinación motora. Podemos realizarlos de pie, con apoyo si lo necesitamos, o sentados en una silla.
Te proponemos:
Marchar en el sitio, levantando las rodillas y alternando con movimiento de brazos.
Tocar con la mano derecha la rodilla izquierda y viceversa, cruzando el cuerpo.
Estirar un brazo hacia adelante mientras elevamos la pierna contraria, manteniendo el equilibrio unos segundos.
Ejercicios con objetos
Utilizar objetos cotidianos como pelotas blandas, pañuelos o botellas vacías, hace que los ejercicios de coordinación sean más entretenidos y dinámicos. Además, estos objetos, ayudan a estimular la atención y la conexión entre el ojo y la mano.
Algunos ejercicios pueden ser:
- Lanzar una pelota contra la pared y atraparla.
- Pasarse un objeto de una mano a otra siguiendo el ritmo de una canción, por ejemplo.
- Mientras estás sentado, hacer rodar una pelota con el pie sin que se desvíe del camino.

Ejercicios sencillos de equilibrio
Los ejercicios de equilibrio ayudan a mejorar la postura, evitar caídas y conseguir estabilidad al caminar. Estos podemos practicarlos con el apoyo de una silla o cerca de una pared para estar más seguros.
Alguna de las actividades recomendadas.
- Caminar en línea recta, colocando un pie justo delante del otro.
- Mantenerse sobre una pierna unos segundos y luego hacerlo con la otra.
- Subir y bajar un pequeño escalón alternando las piernas de forma lenta y controlada.
Consejos para empezar una rutina de ejercicios de coordinación
Para que notes mejoras en el día a día, la constancia es la clave, pero también es importante hacerlo con seguridad.
Te dejamos algunas recomendaciones prácticas para empezar:
- Adapta cada ejercicio ya tu propio ritmo: no es necesario forzarse ni tratar de hacer movimientos complicados en el primer día. Lo ideal siempre es empezar con ejercicios sencillos e ir aumentando la dificultad poquito a poco.
- Hazlo acompañado: siempre que puedas, hazlos con la compañía de un familiar o un cuidador, esto aporta seguridad, sobre todo al principio.
Actividades cotidianas que también mejoran la coordinación y el equilibrio
Además de los ejercicios específicos, muchas actividades que hacemos durante el día mejoran la coordinación y el equilibrio. Si las realizamos de forma consciente, es una manera de mantenernos activos sin un esfuerzo extra. Alguna de ellas son:
- Doblar o tender la ropa.
- Cocinar, pelar frutas o cortar alimentos con precisión.
- Caminar por superficies diferentes como el césped, tierra, alfombras.
- Seguir el ritmo de una canción con palmas o pasos suaves.
- Jugar a juegos de mesa que impliquen movimientos manuales como cartas, dominó, armar un puzzle.
Ya sabes, mantener la coordinación y el equilibrio es clave para poder moverse con seguridad y conservar la autonomía con el paso del tiempo. Incorporar estos ejercicios de coordinación a la rutina diaria no requiere de grandes esfuerzos y con constancia y dedicación, es posible fortalecer el cuerpo, ganar confianza y disfrutar de una vida más activa.
Referencias: