Aunque muchas veces solo lo asociamos al estilo de vida, la falta de ciertos nutrientes pueden influir en cómo nos sentimos física y emocionalmente. Entre esos nutrientes, las vitaminas tienen un papel clave. Algunas de ellas ayudan a reducir el cansancio, mejorar la concentración e incluso el estado de ánimo.
¿Qué relación hay entre vitaminas, ánimo y energía?
Estos micronutrientes participan en funciones esenciales del cuerpo como el equilibrio del sistema nervioso o la producción de energía. Es por ello, que una carencia puede reflejarse no solo a nivel físico sino también emocional, sintiéndonos bajos de ánimo o agotados.
Un déficit vitamínico no siempre es fácil de detectar, pero puede manifestarse en forma de Fatiga constante en adultos, falta de concentración, decaimiento emocional o incluso apatía. En esos casos conviene prestar atención tanto a lo que comemos como a lo que sentimos.
Las vitaminas y el sistema nervioso
El sistema nervioso, para funcionar correctamente, necesita de ciertos nutrientes, y las vitaminas del grupo B son esenciales en este proceso.
Algunas de ellas intervienen directamente en la producción de neurotransmisores como la serotonina, que influye en el estado de ánimo. Además, ayudan a mantener una respuesta adecuada frente al estrés y favorecen la claridad mental.
Las vitaminas y la producción de energía
Para que nuestro cuerpo tenga energía, necesita transformar lo que comemos en “combustible” útil. En este proceso intervienen varias vitaminas, en especial del grupo B.
- Vitamina B1 o Tiamina: forma parte de una coenzima que interviene en el metabolismo energético de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas.
- Vitamina B2 o Riboflavina: participa en la producción de energía celular y en la salud ocular.
- Vitamina B3 o Niacina: interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasas, y en el funcionamiento del aparato digestivo.
- Vitamina B6 o Piridoxina: Fundamental para la regulación del metabolismo de grasas y proteínas y para la función cerebral.
Un bajo aporte de estas vitaminas se traduce en sensación de agotamiento, debilidad muscular o dificultad para rendir en el día a día.
Recomendación de vitaminas para levantar el ánimo y cansancio
No todas las vitaminas cumplen las mismas funciones, y cuando hablamos de recuperar la energía o mejorar el ánimo, algunas de ellas son indispensables. Algunas de las más importantes son:
Vitamina B12 y otras del grupo B
La vitamina B12 es esencial para el sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. Su carencia puede provocar cansancio, debilidad o episodios de bajón anímico, en especial en personas mayores o con dietas vegetarianas estrictas.
Además de la vitamina B12, otras del grupo B, como la B6, el ácido fólico o la B1, también participan en la producción de energía y el bienestar emocional.
Vitamina D, la aliada del buen ánimo
Además de ser necesaria para la salud ósea, la vitamina D influye en la regulación del estado de ánimo. Niveles bajos se asocian a un bajo estado de ánimo, principalmente en épocas del año con menor exposición solar.
En España, aunque disfrutamos de muchas horas de sol al año, no todas las personas logran niveles óptimos de esta vitamina, en especial en invierno o si pasan poco tiempo al aire libre.
Vitamina C y su efecto revitalizante
La vitamina C, además de participar en el sistema inmunológico, contribuye a reducir el cansancio, la fatiga y el estrés oxidativo. También favorece la absorción del hierro, otro nutriente clave para combatir el cansancio persistente.
Se la considera una vitamina “revitalizante”, ya que apoya muchas funciones metabólicas, mejora la resistencia física y ayuda a sentirse más activo en el día a día.
¿Cómo obtener estas vitaminas de forma segura?
Aunque hoy en día existen muchos suplementos que prometen levantarnos el ánimo y devolvernos la energía, lo ideal es obtener estas vitaminas a través de una alimentación variada y equilibrada. Solo en ciertos casos será necesario recurrir a complementos, siempre bajo supervisión médica.
Una buena alimentación no solo aporta vitaminas, sino también otros nutrientes esenciales para bienestar general. Algunos alimentos ricos en estas vitaminas que puedes incorporar fácilmente son:
- Vitaminas del grupo B: legumbres, huevos, carnes magras, cereales integrales y frutos secos.
- Vitamina D: pescados azules como el salmón o la caballa, huevos y lácteos enriquecidos.
- Vitamina C: frutas como la naranja, el kiwi, la fresa, el mango y verduras como el pimiento rojo y el brócoli.
Mantener una alimentación rica y variada junto con una buena hidratación, puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes en el día a día.
Cuándo considerar un suplemento
Los suplementos vitamínicos pueden ser útiles en personas con dietas muy restrictivas, personas mayores que tienen problemas para absorber bien los nutrientes o en casos puntuales de carencias diagnosticadas por un profesional.
No se recomienda consumir un suplemento sin haber realizado antes una valoración médica o analítica. Un exceso en los suplementos también puede ser perjudicial, aunque se trate de vitaminas.
Sentirse con energía y buen ánimo no depende solo de dormir bien o saber gestionar el estrés. A veces, lo que falta está en lo que comemos o dejamos de comer. Las vitaminas son pequeñas pero poderosas aliadas para ayudarnos a recuperar la vitalidad y el bienestar emocional.
Llevar una alimentación variada, cuidar la exposición al sol y consultar con un profesional cuando haga falta, son pasos clave para mantener un buen estado de salud. Sobre todo, el consumo de vitaminas para levantar el ánimo y el cansancio
Referencias:
- https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/depression/expert-answers/vitamin-b12-and-depression/faq-20058077#:~:text=%C2%BFCu%C3%A1l%20es%20la%20relaci%C3%B3n%20entre,%C3%A1nimo%20y%20otras%20funcionalidades%20cerebrales.
- https://pmc-ncbi-nlm-nih-gov.translate.goog/articles/PMC11206829/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc